FUMAR ES UN PLACER

Intento señales
en la ceniza esparcida
sobre la mesa

Soplo lo cifrado
de una sola vez
y se descuartiza

intento escribir
con lo que fumo

Este es el humo

FOSA COMÚN

El humo llena el departamento

es mi niebla es mi chimenea

es mi pequeño incendio que emerge

es el cigarrillo

el que entusiasma mi caricatura

es el soplido el aliento de mis letras

( la radio transmite sus datos sobre el deporte nacional
los comentaristas discuten con la seriedad del cirujano)

de mi cigarrillo emerge un fuego fatuo

el cenicero es una fosa común.

LA OFICINA DE MARLOWE

estoy en la oficina de Philip Marlowe
no como detective, no como norteamericano
sólo descansando

frente a los vidrios
las ventanas: lo vacío y yo
nos introducimos desde las afueras
como el humo que fumo

me acompaña el humo

LA CUESTIÓN

¿Por qué le doy con el humo y me atoro?

( variación: ¿Por qué insisto con el humo si me atoro?)

BERTONI Y LA MÚSICA QUE NADIE CACHA

Entraron a robar al barril de Bertoni
lo cagaron con sus discos,
con su equipo,

¡estaban dateados!

¡puros contemporáneos!

¡De esa música que dice pí-pá-pú!

¡todo Satie, todo Cage!

¡Lo que más me duele
es que lo van a vender a veinte pesos!
¡¡¡Nadie cacha esa música!!!

Le digo que quien identifique los discos en el persa
Va a estar contentísimo, sorprendido, desprendido
( variación: “Le digo que cuando Nadie identifique los discos en el persa Nadie va a estar contentísimo, sorprendido, desprendido”)

HUMO

Fumo y hago argollas
Vocales de palabras
Como estas mismas
Que ahora ahumo

llego al filtro
las letras están en todas partes

abro la ventana
se produce corriente de aire
lo escrito, lo expulsado, lo denigrado
sale hacia la ciudad

a confundirse.

TESÓN (01-5-02)

un verso bueno te salva la noche

PRINCIPIO DE IDENTIDAD

“llueve vino y bebo lluvia”
algo así dice Lord Carter
en un papel que vi por ahí

llovió gin en Gales – hace tiempo –
llovió vino en Santiago – hace poco –
y Lord Carter bebió lluvia

algo es algo

ME FALTAN CARTAS (10-5-02)

para ganarme una beca,
para ganarme un concurso
me faltan cartas para este póquer
donde otras mangas tienen los ases

cubren de cartas a los jurados
se consiguen entrevistas en Simpson Siete
(me explico un poco el encierro:
el candado gigante y la cadena gruesa)

TRINIDAD (15-5-02)

es una manta que me cubre
es un humo que me absorbe
una bufanda que se enreda

CREENCIAS

creemos alejarnos de la cama
donde estamos abrigados y cómodos
creemos que la poesía importa
que no es sólo sonido o tinta
que no es sólo una leyenda de postal
de pergaminos con fotos
de atardeceres y siluetas

DE UTILIDAD PÚBLICA

si la poesía sirve para algo
es para estar silenciosos
mientras la trazamos

es un engaño, un camuflaje
una tranquilidad que no es tal

como esa calma que se respira
después del terremoto, entre el polvillo
que deja el derrumbe de los muros de adobe

entre la niebla que deja esta calma extraña
contenemos la respiración
hasta el dolor de los pulmones llenos

CENSO DE MI CASA

( del living-comedor-dormitorio-biblioteca-sala de juegos)


Una mesa cargada como un camello
jorobado de teléfono azucarero platos sucios
cajetillas vacías toalla nova
carpetas repletas de papeles cardúmenes de letras
discos rayados otros casi sin uso
unos libros de poemas un reloj despertador
un encendedor dos ceniceros
panes endureciéndose en bolsas de supermercado
una caja con bolsitas de té
un tarro pequeño de cincuenta gramos de nescafé
un cuchillo mantequillero
un cuchillo cocinero una bolsa con un par de servilletas
mi sombra sobre ellas como un cielo nublado
más allá un mesa pequeña atiborrada
hecha un equeco plano cargada con la radio
con un montón de libros
a punto de caerse al piso ahí entre otra mesita
y un maletín con fotos y recortes
cajas de cassetes una bolsa de ripley
más libros discos que ya no escucho
porque a la radio se le descompuso el lector
ahí están juntando polvo juntando humo
olor a humo sobre la cama desordenada
fría al lado del calefactor eléctrico
que enciendo de vez en cuando
la plancha desenchufada
traigo a la mesa más grande
pan amasado y tostado para untarlo
y comerlo y beber café, sucedáneo a él

hay una bicicleta empolvada que uso
para colgar calcetines húmedos

un ropero desordenado
un par de llaves que gotean
cartones tras el librero que se tambalea borracho.

LO QUE NOS DUELE

a Marcia Ravelo

es una tristeza que de pronto asoma
una marea que viene a mojar los zapatos
que humedece el empeine y se trepa
hasta el bolsillo perro
se guarece ahí y espera
para asaltarnos cuando
tenemos la guardia abajo

es como un peso, es una sombra
que te atrapa y entonces
estás opacamente bella
y tan cauta, tan asustada
como escondida tras los juncos

es un frío que por las hendeduras se cuela
y viene a aterirnos mientras desayunamos
mientras nos aburguesamos
cubiertos, a salvo, por nuestros chalecos

es un suspiro desganado, una exhalación de hastío

( es un texto de Bernardo Soares)

es un escupitajo en la solapa
sobre un traje nuevo, de lino, con estilo
es una rajadura en el pantalón
es un billete que se cae por un tubo
es un almuerzo rico que se enfría
y se forma una nata sobre la salsa blanca

es el moho que llena de artritis las bisagras.
(17 mayo)

MOSQUITO (21-5-02)

un almuerzo de legumbres y chorizos
un buen vino, una siesta larga,
un racimo de uvas en la oscuridad
del arrumaco

unos besos que ahogan nutriendo
unos pechos (dormidos) que despiertan y florecen
es el verbo: florecer. Me hago mosquito
y libo de un néctar como el abejorro desnudo
sobre un jardín de bergamotas.

TRILOGÍA MISMA

Hay un sol al fondo del vaso shopero

Al fondo de un vaso shopero hay un sol

Un sol hay al fondo de un vaso shopero


(variación o tetralogía:
al fondo del sol hay un vaso shopero)

NICHOS (22-5-02)

me obnubilo con la oscuridad
que entra por las persianas
por los párpados de la ciudad
cuando cae el frío y los autos se guardan
en sus madrigueras de hormigón armado
en sus nichos como los cubículos
para los trabajadores japoneses

ciertamente escribo, fumo, bebo
trinidad de vicios que nada engendran
sólo cenizas, resacas, dolores de cabeza

escucho conversaciones, discusiones en los otros departamentos
en mi silencio oigo hasta sus salivaciones
escucho sus televisores, sus resplandores
flotan fantasmas proyectados a la pared
que cierra mi visión y forma el patio de luz.

MALAS INFLUENCIAS

Virus yace bajo mi diccionario
a su vez bajo mi despertador
a su vez ( los tres) sobre mi mesa
a un costado del teléfono y arrinconados
hacia la ventana que a estas horas
me refleja como en una pantalla de televisor apagado
en un espejo de tinta

el ejemplar de Virus tiene tapa negra
como casi todo “Ganimedes”, un fondo negro
apolillado de letras un fondo blanco
lleno de bichos que se propagan
en su propagación su metamorfosis
por tanto se cubre se oculta se teje
con una telaraña de palabras
como puntos negros en la cara de la luna
o como si la luna fuera un punto blanco
a la manera de Oscar Hahn
en Versos robados, de “Visor” de poesía
también con negras tapas como la ciudad
que se entromete en este departamento
a través de la ventana sin persianas

un poco más allá cruzado como un saco de arena en la trinchera
cae, casi al lado de la bolsa con el pan, Ni yo de Bertoni
y aún un poco más allá se alcanza a ver
un brazo de El evangelio según Jesucristo

más cerca de mi mano está un diccionario
de latín/castellano-castellano/latín de bolsillo
y un paquete de “Smoking” a punto de ser sacrificado
también hay una cola fría , una botella de cerveza a medias
un plumón para pizarra blanca
un descorchador, una cajetilla vacía de cigarrillos
un paquete roñoso con dos pañuelos desechables.

CUANDO LLUEVE (26-5-02)

cuando hay lluvia afuera
me cobijo en este espacio pequeño
un nido construido con papeles
a la manera de los roedores

me siento a la mesa y despejo el cuaderno
y me largo, King Krimson en la casetera
y voy llenando de dibujitos la hoja cuadriculada
y cuando dibujo sobre esto me alejo
del escribir sobre mí mismo.

Finjo escribir sobre mi vida
y en verdad plasmo la historia
de objetos que me rondan
de frustraciones disfrazadas de extrañezas
de nimiedades) ( de maletas llenas de ropa
de desnudeces cubiertas por pinturas

LENGUA SUCIA (27-5-02)

aún llueve ligeramente

los animales arrinconados en este valle
abrimos la boca para remojar la lengua

la lavamos de humo de comida de alcoholes
la ejercitamos limpia y armamos
pequeños puzzles con los dibujitos
con lo que se ha leído
con lo que sale a flote
desde Simbad hasta Papel de diario
y aparecen: alma, no me digas nada
que hay golpes tan fuertes (yo lo sé)
en el medio del camino de nuestra vida
que es el río que lleva,
canta, oh Musa, la cólera del pelado Anguila
pienso en el gusano, en las hienas de mi carne
que respiramos y dejamos de respirar
en este que es el callejón de las ratas
hipócrita escritor, que te las das de lector
(o viceversa)
y fue entonces cuando la senté en mis rodillas
y estaba súper gorda por lo que me dolieron las cañuelas
y entonces sucedió que me cansé de ser hombre
y decidí subirme caradura a la montaña rusa
luego vi que sólo tendría piedras
aunque porque escriba esté aquí
siendo un pequeño dios flacuchento
truculento.

UN CAFÉ PARA ADOLFO COUVE

me siento a observar la cafetera
sobre la llama azul de la cocinilla
con el agua limpia calentándose
como la posa al sol energúmeno

miro sus gorgoritos
que salen a flote
como los ahogados
después de ocho días

el agua caliente se introduce en el filtro
como cuando el sudor traspasa nuestras camisas
moja el café molido y lo decolora
le roba el pigmento y el agua
se va ensuciando como el lavatorio
en el que se lavan las costras
que se diluyen
como los reflejos de los cuervos
al caer una piedra sobre el estanque

gotas de café van cayendo una tras otra
y dos o tres a la vez como tus lágrimas
van manchando el agua como la tinta
que se lava del pincel o del dedo
que pinta tres o cuatro tazas

las gotas del café son las gotas de sangre
del pincel que limpia sus naturalezas muertas

apago el gas a la cafetera
lleno una taza recién pintada
y como el vampiro me bebo el café
de un solo sorbo, con cuidado
de no ensuciar mi blanca camisa.

39 TAJOS (26-8-02)

un tajo
otro tajo
otro tajo
otro más

un punto
una aguja
un hilo
un agujero
un tajo
que se cierra

metapío
povidona
una gasa
curaciones
por tanto
inyecciones
para evitar
infecciones

un tajo
otro tajo
otro tajo
y otro
se abren
la herida
no sangra
pero
no cierra
se plantea
la tesis
del ajo
en el tajo
pero sería
mucho
el dolor
de morder
un tajo
y curarlo
con escupo

UÑAS

con las uñas negras de tinta
sucias de tierra y tiza
teñidas con barba de palo
limpias después de la brisa

me he sentado a teclear un rato
sobre lo que en la cocina sucede
es el agua sobre el fuego que ebulle
mezclando oxígeno y café
torrentoso como una sangre
cayendo por los vericuetos de una arteria
el agua hierve y su gorgoteo nos quema
desde la distancia breve de un muro

la música me salva desde la casetera
flotando como las imágenes modélicas
‘estereotipas’ de los humos sabrosos
que hasta nuestras fosas llegan
la música se mezcla con el olor del café
entrecruzados ambos sin que yo los vea

he apagado el gas, el fuego, a la cafetera
y ella no ha dicho nada muda en su temperatura
solo ha exhalado su vapor de nube
y se ha esfumado ante mi vista
mimetizada con el propio habla

mimetizada con las propias uñas.

SOLO FUMO CUANDO DUERMO

sólo fumo cuando duermo
dice el viejo de la biblioteca
suculenta cual mujer moza
repite el viejo
sólo fumo cuando duermo

nadie le cree al vetusto
humano de cabeza cana
encorvado naipe dando traspiés
soplo de arena que se desarma
por el peso propio de los párpados

sólo fumo cuando duermo
cuando cierro los ojos cuando huyo de ustedes
cuando sobre los montes
se asoma una manta
aspiro profundo cual noria
y el tabaco empaña el resuelle
como un balde en el espejo
turbio de hilachas

sólo fumo cuando duermo
cuando las frazadas pelusientas
me acorazan, cuando no los oigo
solo mi cigarrillo y yo
a salvo, guarecidos
cuando fumo sueño
cuando fumo me veo
cosechando grosellas
palpando cerezas
cuando fumo me hallo en un huerto

sólo fumo cuando duermo
y entonces no ronco
lanzo aureolas.

CÁSCARAS DE NARANJA

es el vaho ácido que salta
de la cáscara de naranja
cada vez que uno la aprieta
hacia los ojos y espanta

despide una especie de gas
con chorritos como de orines
soltados por púberes
por entre las tablas de un cerco

esos chorritos se mezclan con el aire
abrazados y fundidos en el crisol de mi vista
si un rayo de sol los cruzara
se verían siete colores difuminados
como en el poema de la gabriela

luego de ser estrujada
la cáscara parece un trozo de cuero
curtido por el mano a mano
redondeado por el rodar
cuesta abajo un barril
lleno de aceitunas que se desordenan
y ruedan también como las baratas
arrancando de la luz de la cocina

la cáscara se pule con el estruje
y queda inhóspita y muda
sobre la mesa, rodeada de tazas.

SONIDOS EN LA SECH

“siempre hay que abandonar
el estilo periodístico”
Iván Urrutia

érase una vez Norberto Ladilla
podeta de glorias y tal vez villano,
de tomo y lomo, y con poemas muy malos
el pobre, a pesar de ser un chasquilla

entró silencioso mirando el conjunto
de otros chasquillas que estaban bebiendo
un vaso de vino con ojos sedientos
como si se fuera a acabar el mundo

en esa pieza ahumada se ahumaban las letras
y Norberto Ladilla se hundía en la niebla
sin saber de qué versaban los temas

¡qué no hay temas! ¡mis hijos! ¡son inmundos!
y todos callaron, bebieron el lema
en la Sociedad de Escritores de Chechenia